La presión arterial alta es hoy en día una epidemia global. Uno de sus principales causantes es el estrés, ese asesino silencioso que afecta a tanta gente en las urbes modernas.

Relación entre presión arterial y estrés

El estrés es en realidad una falsa señal de peligro que activa la secreción de dos hormonas que nos preparan para huir o pelear: el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas, cumplían una función muy importante en el paleolítico y en nuestro nicho evolutivo. No obstante, el permanente estado de estrés hace que estar hormonas generen desequilibrios. Cuando experimentamos estrés, el corazón late más rápidamente y los vasos sanguíneos se estrechan, por consiguiente, se eleva la presión arterial. Si mantenemos este estado de alerta durante largos periodos de tiempo, nuestro corazón y vasos sanguíneos pueden sufrir daño. Es por esta razón, que el estrés incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Factores de riesgo relacionados con el estrés

●     Falta de sueño: no dormir lo suficiente puede aumentar los niveles de cortisol y, por tanto, la presión arterial.

●     Mala nutrición: las grasas saturadas, el exceso de azúcar refinado y una dieta alta en sodio, pueden correlacionarse con los problemas de hipertensión.

●     Sedentarismo: hay una correlación entre la falta de actividad física y la hipertensión

●     Consumo excesivo de alcohol y tabaco: son sustancias que pueden dañar el organismo, generar desequilibrios sistémicos y causar hipertensión.

Cómo prevenir la hipertensión relacionada con el estrés

1.    Manejo del estrés:

○   Técnicas de relajación: La meditación, el yoga, la respiración profunda o cualquier otra práctica para controlar el flujo de pensamientos o generar relajación (calmar mente y cuerpo), resulta efectiva para prevenir la hipertensión.

○     Mejor manejo del tiempo: establecer prioridades, delegar y no sobresaturar puede ayudarnos a manejar el estrés y prevenir la hipertensión.

○     Relaciones sociales sólidas: el apoyo emocional y las relaciones profundas con familiares y amigos, han resultado ser una de las claves de la longevidad. Esto contribuye a mejorar la salud en general.

○     Practica hobbies que te estimulen: dedícale tiempo a actividades que disfrutas, para disminuir el estrés.

2.    Hábitos de vida saludables:

○     Alimentación equilibrada: reduce el consumo de sodio, grasas saturadas y azúcares en exceso. Incluye en tu dieta verduras, granos enteros y proteínas magras.

○     Ejercítate con regularidad: 30 minutos de actividad física moderada, se considera lo mínimo para mantenernos sanos.

○     Duerme suficiente: el sueño, es imprescindible para una buena salud. El insomnio genera inflamación, y está última se asocia a varias enfermedades crónicas, a problemas emocionales y a estrés.

○     Limita el consumo de alcohol y tabaco: el alcohol y el tabaco pueden ser muy nocivos para la salud. Elimina o limita estas el consumo de estas sustancias.

3.    Control médico regular:

○     Mide tu presión arterial: monitorea tu presión arterial para detectar a tiempo algún problema. Si notas que estás sufriendo de hipertensión, no dudes en acudir al médico.

○     Tratamiento médico: si sufres de hipertensión, sigue el tratamiento médico que te han recetado.

En Conclusión

La hipertensión y el estrés, son problemas de salud que van de la mano. Ambos, se vinculan al estilo de vida moderno, hábitos de vida y de consumo. Al introducir pequeños cambios en nuestro estilo de vida, podemos reducir significativamente el riesgo de desarrollar hipertensión y mejorar nuestro bienestar y salud integral.

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